Consumur, ante la celebración de Carnaval, elaboró un
decálogo de recomendaciones para asesorar a los consumidores y usuarios que
vayan a adquirir los disfraces y accesorios, en el que se informa de los
requisitos de seguridad que han de cumplir estos productos.
En primer lugar, aconseja tener en cuenta que los disfraces
para niños se consideran un juguete, por lo que han de cumplir con los
requisitos de seguridad y las normas específicas que se apliquen en función del
juguete.
Además de cumplimiento de las propiedades mecánicas y
físicas, de superficie de ventilación o de inflamabilidad. Deberán incluir el
marcado CE, que significa que ese producto cumple con las exigencias esenciales
de seguridad previstas en las normas comunitarias, el nombre y la marca del
producto, la razón social, la dirección del fabricante e importador, así como
las instrucciones y advertencias de uso.
Si se compra alguna máscara, vigilar que esta cuente con
suficientes orificios de ventilación y que sean adecuados para la edad de la
persona que vaya a usarla; y en el caso de los cosméticos, leer bien el
etiquetado en el que deberá constar, como mínimo, el nombre del producto, el
fabricante e importador, incluida su dirección, la fecha mínima de caducidad,
el número de lote y sus componentes.
En cuanto a los disfraces, además de leer el etiquetado de
los mismos y comprobar que cumplen las normas de seguridad, se recomienda
comprar aquellos que incluyan en el etiquetado las indicaciones de
conservación, para seguir las instrucciones de lavado y mantenimiento
correctas.
Comparar los precios en varios establecimientos, ya que es
muy posible encontrar distintos precios para un mismo artículo según el
establecimiento; exigir siempre el ticket de compra o la factura, y consérvelo
para posibles reclamaciones; y conservar los catálogos comerciales y la
publicidad del producto en la que se definan sus características.
Antes de hacer efectiva la compra, informarse sobre la
devolución del producto. El establecimiento no tiene la obligación de cambiar
un producto que esté en perfecto estado, a menos que así lo haya anunciado; y
si se decide hacer su propio disfraz, procurar reciclar los materiales que no
emplee y ser creativo; y adquirir los artículos en un comercio adherido al Sistema
Arbitral de Consumo.
Fuente: La Verdad