Lo leíamos hace poco: según datos de NPD, 8 de cada 10 padres
dejan a sus hijos jugar con dispositivos móviles y en la mitad de los casos se
trata de dispositivos conectados. Y lo que es más importante, el mismo informe
explicaba que no se veía "una tendencia en los niños o en sus padres de
abandono del juguete tradicional". Es decir, ambos modos de juego se están complementando.
Tal y como hemos apuntado en alguna ocasión, el
sector del juguete está sacando partido al hecho de que los niños cada vez
juegan más con móviles y tabletas, lanzando al mercado productos adaptados a los pequeños, subrayando su
potencial educativo, así como juegos que combinan los juguetes
tradicionales con el uso de dispositivos electrónicos.
Skylanders de Activisión fue uno de los pioneros en utilizar pequeñas figuritas
con las que interactuar con el videojuego. Ya no se trataba de dispositivos
incorporados en las propias consolas o de juguetes que se conectaban a la
televisión, sino de juguetes tradicionales que incorporados a la videoconsola
mediante un dispositivo, permitían interactuar con la pantalla de
televisión.
Si bien el caso más reciente, y seguro que más
notorio en los próximos meses es el de Disney Infinity, que no ha
desaprovechado la oportunidad de unir su mundo de fantasía con el de los
juguetes para crear unas plataformas de juego basadas en los personajes de sus
películas más emblemáticas de los últimos años como Monstruos S.A., Los
Increíbles o Piratas del Caribe. Se trata de unos sets hexagonales sobre los
que se colocarán los personajes que van conectados a la consola por infrarrojos
y con dos huecos para poner a los juguetes con los que vivir las aventuras que
cada set ofrece con toda la magia Disney.
Hace años, el sector del juguete perdió al público de entre 9 y 12 años, que se
pasó a los videojuegos. Esto no volverá a suceder: primero porque los padres tienen muy presente la importancia del juego
tradicional; segundo porque a los niños le siguen gustando
los juguetes tradicionales, y tercero porque tanto fabricantes
como detallistas, esta vez sí, son conscientes de que han de ofrecer una oferta de juego amplia y variada, que dé respuesta
a todas las necesidades y preferencias de los niños. Ellos son quienes mejor
conocen a su público y quienes mejor saben qué es lo que quieren los niños y
cómo ofrecérselo.
Una prueba de que los jugueteros están respondiendo bien la tenemos en los datos de mercado también de NPD: el segmento de juguetes electrónicos ha crecido un 38,6% en valor entre enero y julio de 2013, gracias a Furby, otro juguete conectado y con aplicación móvil propia, y a las tabletas dirigidas a los niños. Todo apunta a que un año más estos dispositivos se convertirán en uno de los productos estrella de la campaña navideña.
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