lunes, 16 de diciembre de 2013

Navidad, Niños y Juguetes

En Navidad, los niños suelen recibir juguetes. La tradición dice que unas veces los traen Papá Noël, otras los Reyes Magos y otras muchas veces los papás, familiares o amigos. En el pasado, los juguetes eran elegidos, elaborados con paciencia y cariño por estos últimos, solían ser duraderos, sencillos y muchas veces servían para más de un niño, incluso se heredaban de unos a otros. Ahora los juguetes los deciden falsamente los adultos o el niño, en realidad lo hace la industria y los medios de difusión a través de la comunicación.


¿Qué juguete regalar?
Los dos requisitos más importantes de los juguetes son:
1) que sirvan para jugar
2) que sean seguros.
No todos los juguetes sirven para jugar, bien porque están mal elegidos, por ejemplo, para una edad inapropiada; o porque tenga prestaciones adecuadas para el comprador pero no para el destinatario, por ejemplo, un juguete electrónico no es utilizado hasta después de los 7 - 8 años; o porque requiera un espacio para su instalación inexistente en el domicilio o un mantenimiento costoso, complicado o difícil de aplicar, motivos por los que deja de utilizarse.
El juguete tiene que ser seguro, por tanto, no desmontable en piezas pequeñas o despegarse porque el niño pueda llevárselo a la boca, atragantarse con riesgo de asfixia, como los ojos o los botones de los peluches o muñecos. Los juguetes tienen que ser no tóxicos, sin resinas, pinturas ni plomo; resistentes al fuego; lavables; sin aristas y sin corriente eléctrica o si llevan pilas que no sean desmontables. Y si se regala bicicleta, por favor con casco porque este evita muchas fracturas de cráneo.
El mejor juguete no es el caro sino el que se utiliza para jugar, el mejor es el que logra estimular la imaginación, la actividad física, emocional y mental, el que potencia la creatividad convirtiendo al niño en uno o múltiples personajes, animales, objetos que le hacen hablar, reír, imitar, saltar, o pensar. El juego es imprescindible para el aprendizaje de los niños y significa salud, sin embargo, la ausencia de juego se asocia a enfermedad física o mental.
¿Muchos o pocos juguetes?

Contrariamente a los que muchos padres piensan, el cariño de sus hijos no se compra con juguetes. Además, el exceso de juguetes dificulta el juego. Los niños con múltiples muñecas, animales o juguetes en su habitación o en su casa pierden el interés por estos juguetes, se vuelven consumistas y apáticos. Si este es su caso, antes de adquirir un nuevo juguete, regale los demás, su hijo y otros niños se lo agradecerán.

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