lunes, 24 de marzo de 2014

Nuevo récord del comercio electrónico en España

El comercio electrónico sigue con su crecimiento imparable en España. El sector movió 6.008 millones de euros en nuestro país durante el primer semestre del año 2013, un 18% más que en el mismo periodo del curso anterior, tal y como señala el último informe sectorial de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC).

Sólo en el segundo trimestre, las transacciones de compraventa a través de internet sumaron 3.185,3 millones de euros, lo que supone superar por primera vez la barrera de los 3.000 millones en un trimestre. El negocio ha crecido un 20,6% entre abril y junio respecto al segundo trimestre de 2012.


Del total facturado en este segundo trimestre, el 16,4% correspondió a agencias de viajes y operadores turísticos y el 12,4% a transporte aéreo. Tras ella se situaron las compañías de márketing directo (5,5%), transporte terrestre de viajeros (4,9%), publicidad (3,1%), prendas de vestir (2,8%), juegos de azar (2,8%), espectáculos (2,6%), administración pública, impuestos y seguridad social (2,6%) y alimentación (2,4%). 

Las compras efectuadas en el exterior en webs españolas sumaron 551 millones, cifra que supone un incremento del 39,7% a la de un año antes y que las operaciones desde el extranjero representen ya el 17,3% del total. 

El sector turístico (agencias de viajes, operadores turísticos, transporte aéreo, hoteles, etc.) supuso más del 60% de los ingresos en las transacciones procedentes de fuera del país. El comercio on-line dentro de España y las operaciones desde España con el exterior crecieron el 19,5% (1.325 millones) y el 15%, respectivamente. 

Pese al avance del comercio electrónico en las tiendas on-line españolas, la balanza comercial (lo que los extranjeros compran en las tiendas españolas frente a lo que los españoles compran fuera), continuó siendo negativa, con un déficit en el tercer trimestre de 759 millones. 

Por áreas geográficas, la Unión Europea continuó siendo el destino preferido para comprar por internet, con 1.170 millones de euros (el 89% del total), y Estados Unidos se mantuvo en segunda opción, con el 4,7% del total. 

FUENTE: inforetail

lunes, 17 de marzo de 2014

Ibertoy, buena acogida en su primera edición

La mayoría de asistentes a la feria de juguetes de Barcelona Ibertoy, celebrada entre el 14 y el 16 de marzo, manifestó su optimismo respecto a esta primera edición. Gran parte de los profesionales que acudieron al Centro de Convenciones Internacional de Barcelona, explicaban que la feria tenía posibilidades para seguir creciendo el año que viene.

Y es que si bien muchas de las grandes empresas del sector no acudieron a la feria, lo cierto es que los expositores mostraron mucha satisfacción con el número de detallistas que había asistido a la feria. Además, precisamente el hecho de que no expusieran algunas de las marcas más conocidas ayudaba a estos expositores, más especializados, a presentar su oferta con más tiempo a los visitantes.

De hecho, estos detallistas conocían bien las empresas y el tipo de producto que vendían. Había no sólo juguetes de madera y educativos, sino también una importante presencia del juego de mesa.  El peluche también estaba representado.

Una amplia oferta de conferencias 

Un aspecto que destaron muchos de los asistentes a la feria fue el alto número de conferencias que tuvieron lugar. Así, Cristina Pérez Márquez, analista de NPD, abrió la feria el viernes exponiendo los datos del mercado español del juguete en el ejercicio 2013-2014. Pérez explicó que en comparación con el resto de Europa, nuestro mercado se caracteriza en gran medida por una alta estacionalidad, la menor penetración del comercio online y la compra de menos juguetes, pero de precio medio más elevado. También mencionó el corto ciclo de vida de las licencias, poniendo como ejemplo cómo muchos fabricantes y detallistas ya dan por desaparecida a Violetta, cuando las ventas siguen siendo positivas. 

Asimismo y entre otros, Antonio Naranjo, gerente de Kid's Cluster, explicó algunas de las tendencias más destacadas que han de tener en cuenta las empresas que se dirigen al mercado infantil; Juan Macías, propietario de la juguetería DeMartina, dio algunas de las claves para vender online, y Eric Belloso ofreció una introducción al mundo del licensing gracias a sus casi dos décadas de experiencia, contando además con la colaboración de Conxita Estruga, directora de licencias de Selecta Visión. 


FUENTE: KEY4COMMUNICATION, Ibertoy


martes, 11 de marzo de 2014

Cómo reconocer una sociedad a través del juguete

Barcelona fue durante la segunda mitad del siglo XIX “la fábrica de España”, convirtiéndose también en el principal centro productor de juguetes. Pere Capellà Simó relata esta época crucial para el sector en La ciutat de les joguines: Barcelona, 1840-1918 (Editorial Gregal), libro que acaba de ganar el premio Agustí Duran i Sanpere de historia de Barcelona, otorgado por el ayuntamiento de la ciudad. 


¿Por qué es importante conocer la historia del juguete?
 
Es importante de cara a la revalorización de un patrimonio olvidado Disponemos de museos especializados y de importantes colecciones tanto públicas como privadas. Este conjunto conforma un patrimonio que merece ser objeto de catalogación y estudio, ya que forma parte importante de la cultura material contemporánea. 

Por otro lado, el juguete, a diferencia de otros objetos cotidianos, tiene la singularidad de ser representativo. La mayoría de los juguetes representan alguna cosa. Por eso son un documento visual muy importante no sólo para los interesados en el tema, sino también para los historiadores en el arte y la cultura en general. Los juguetes y sus imágenes dan testimonio del cambio en los gustos en los estilos decorativos, el tránsito en las modas, la evolución del transporte y de los electrodomésticos, etcétera. 

¿Cuál es la importancia de Barcelona en la historia del sector y, en concreto, durante el periodo que narra el libro?
 
A finales del siglo XIX Barcelona se consolidó como una metrópoli europea. Vivió con plenitud las últimas tendencias artísticas y literarias al mismo tiempo que se consolidaba como un importante centro económico y veía el nacimiento de movimientos sociales organizados. Se la conocía como “la fábrica de España”, entre otros epítetos. Y, en efecto, fue la primera ciudad del Estado que se especializó en la fabricación de juguetes, seguida de Madrid y de los núcleos valencianos 

¿Y cuál es la importancia de este periodo para el sector?
 
Durante la segunda mitad del siglo XIX se forjó la noción de juguete que tenemos hoy en día, la de un objeto fabricado para que jueguen los niños. Anteriormente, un juguete era cualquier objeto que un niño escogía para jugar, sin haber estado fabricado con este objetivo. Las ideas de Rousseau y de los filósofos del siglo de las luces acerca de la infancia no cristalizaron en el ámbito económico, industrial y legislativo hasta el siglo XIX. Por eso, hemos de asumir que era impensable la existencia de una industria de objetos destinados únicamente a los niños en épocas en las que la infancia no se entendía como un grupo social específico. Por otro lado, es cierto que juguetes arquetípicos como la muñeca, el caballo, el soldado o la peonza existían desde antes. No obstante, hemos de asumir que antes del siglo XIX estos objetos tenían necesariamente otras funciones además de entretener a la infancia, que podían ser decorativas, religiosas... 

¿Cuál es la relación entre juguete y sociedad?
 
Podemos decir que a través de los juguetes cada sociedad se exhibe soblemente. Por un lado, la diversidad de modelos da testimonio del lugar o la importancia que cada sociedad reserva a la infancia. Por otro, los juguetes contienen las imágenes que cada sociedad guarda de sí misma para mostrar a los niños. Es decir, a través de los juguetes podemos adivinar cómo quiere presentarse cada sociedad de cara al futuro. En el caso de finales del siglo XIX, encontramos las máquinas de vapor y los tranvías eléctricos. En épocas posteriores, por ejemplo, las naves espaciales. Aquí entrarían, lógicamente, aspectos como la construcción de los géneros, a través de una separación drástica entre juguetes para niños y para niñas”. 

Leyendo el libro (y viendo las imágenes), da la impresión de que antes se cuidaba más el juguete como objeto. ¿Es así?
 
Sí; de hecho, podemos experimentar esta sensación al observar el conjunto de las artes decorativas. Los objetos se fabricaban con una idea de perdurabilidad que actualmente se recupera poco a poco, pero que se perdió durante muchos años. 
Asimismo, hay que tener presente que todo este proceso que permitió que el juguete se consolidara como objeto cultural e industrial con entidad propia fue ligado a la idea de convertirlo en un arte para niños. Pensadores como H. Rigault, Baudelaire, L. Claretie o Pau Vila entendieron el juguete como una iniciación del niño al arte y promovieron colaboraciones estrechas entre los artistas y los fabricantes de juguetes. 

¿Cómo han influido en los juguetes la cultura de masas y los medios audiovisuales?
 
Más bien me atrevería a decir que la influencia se produce a la inversa - y la orquestan los dibujantes de cuentos infantiles, que fueron en su mayoría artistas que, ya antes de la guerra de 1914, diseñaron juguetes. Pero en ese momento se comenzó a codificar un dibujo para los niños que ya no bebía de la tradición naturalista, sino del dibujo satírico. Poco a poco la caricatura hizo su entrada en la industria del juguete de la mano de los dibujantes de tiras cómicas, al tiempo que también lo hacía en el ámbito del cine de animación. A partir de los años 30, los fabricantes de juguetes ya no representan únicamente la calle, sino también personajes cinematográficos como, por ejemplo, 
Mickey Mouse. Y poco a poco, los soldados del ejército de cada país se convirtieron en figuras del oeste o en superhéroes. 

También es importante señalar que la publicidad televisiva jugó, en gran parte, el papel que habían desempeñado los escaparates de comercios. 

¿Qué aspectos del juego y del juguete están vivos actualmente?
 
Observo que más allá de lo que anuncian los medios y las grandes superficies, se da un resurgimiento de un artesanado importantísimo que hace juguetes de gran valor, tanto pedagógico como estético. Los vemos cada vez más en las ferias y a través de páginas web. Además, encontramos objetos que recuperan el sentido preindustral del juguete, que puede gustar tanto a niños como a adultos. Desde revistas como la vuestra, os animo a seguirles la pista y a animarlos tal y como merecen.


FUENTE: KEY4COMMUNICATIONS

lunes, 3 de marzo de 2014

El origen del Carnaval

El carnaval es, muy posiblemente, la fiesta pagana que más personas celebran y disfrutan en todo el planeta. Son días de baile, disfraces y mucha diversión.
El hecho de disfrazarse, pintarse la cara y festejarlo es un acto que se remonta a la antigüedad y existen algunas evidencias de que el pueblo sumerio ya realizaba este tipo de  festejos hace 5.000 años.
Su origen  en los rituales paganos a Dionisio en Grecia, dios del vino y a su equivalente romano Baco, conocidas éstas como las bacanales, donde todos compartían como iguales con los esclavos, algo que solamente sucedía durante esta celebración, en los festines que se realizaban en honor al buey Apis en Egipto;  y saturnales romanas, en honor al dios Saturno.
A raíz de la expansión del cristianismo fue cuando más auge tomó y la fiesta adquirió el nombre de carnaval, teniendo como motivo principal el hecho de despedirse de comer carne y de llevar una vida licenciosa durante el tiempo de cuaresma.
Eran tres días de celebración a lo grande, en lo que casi todo estaba permitido; de ahí uno de los motivos de ir disfrazado, taparse el rostro y salvaguardar el anonimato. Hoy en día, esta celebración se ha alargado una semana, comenzando en la mayoría de lugares el Jueves Lardero.
Esta despedida a la carne se realizaba los días previos al Miércoles de ceniza, fecha en la que se daba comienzo a la cuaresma; un periodo de cuarenta días (hasta el Domingo de resurrección) que se destinaba a la abstinencia, recogimiento y el ayuno, acompañado de oraciones, penitencia y espiritualidad religiosa.
La etimología y origen de la palabra carnaval nos indica que proviene del término italiano  ‘carnevale’  y éste a su vez del latín ‘carnem levare’ cuyo significado es carnem (carne) y levare  (quitar): quitar la carne.